Culturas
de todas partes de Bolivia están reunidas en una planicie rodeada de templos en
ruinas y una pirámide semi enterrada. Hay colas para ir al baño o para comprar
jugos, turistas gringos y muchos argentinos junto a grandes familias, gremios
de trabajadores y las etnias de la selva, el altiplano, quechuas, aymaras y
muchas otras culturas que desconozco pero que me fascinan con sus colores, sus
plumas gigantes y sus bailes espontáneos en medio de la gente, se reúnen
en círculos en la tierra y comienzan a armar campamentos y las cholas preparan
comidas y se comparten las hojas de coca que la gente saca de grandes bolsas
verdes.
En
la parte más oficial del evento un gran globo con forma de muñeco con cara de
evo ondula con el viento y a lo lejos se escucha el ruido del esperado
helicóptero que aterriza cerca de la pirámide y que trae a Evo Morales dentro
para jurar bajo una ceremonia andina que se basa en la dualidad y la trilogía
del inframundo, la tierra y las estrellas, representados por la serpiente, el
puma y el cóndor.
Pero
parece ser que Evo no puede pasar por la puerta del templo porque es divorciado
y la religión andina se construye a partir de la dualidad hombre - mujer, todo
esto me lo explica un señor muy entusiasta que también encuentra finas
conexiones entre el origen de todas las cosas y el mundo aymara, también afirma
que la palabra Uruguay es aymara, tal vez es algo fundamentalista en sus
opiniones, o quizás no.
Al
mismo momento una chola cocinera me invita a meter mano a un refuerzo de
pan con picantes y otras cosas que ella
misma con sus dedos de cuero grandes y gordos revuelve desde adentro de una
bolsa. yo mastico y trago bastante rápido y no recuerdo si es rico o no,
pero los rostros al verme comer desatan una sonrisa porque creo que algo lindo
se desprende al compartir la comida y aceptarla.
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