jueves, 20 de marzo de 2014

EL TREN (pesadilla de la época II)

Conocerlo implicaba recorrer su país en un vagón  de tren vacío
que tan solo estaba ocupado por un niño en el extremo.
el tren se movía a velocidad media por entre las montañas repletas de árboles de pinos y de troncos grandes con extremos verdes
el cielo rozado y azul permitía ver el horizonte a pesar de la oscuridad de la noche
Conocerlo implicaba recorrer su país en un vagón tan desesperante, solo un niño en un rincón, acomodado que se dejaba mirar y respirar era un ejercicio de cálculo extremo y transmitir la excitación de los vasos capilares y la piel en pie de guerra pronta para lo peor y lo incierto y también había poesía.
No estoy seguro.
el tren se movía lentamente por valles y precipicios rodeados por grandes árboles de pinos
el viaje ya no era divertido
el viaje ya no era un viaje
el niño ya no estaba en su rincón
solo estaba totalmente vacío
el miedo era grande
siento como mis pelos erizan mi espalda y me conectan con un universo sin tregua en donde la vida no importa
me quiero bajar
pero no es posible
solo el ruidito de múltiples piecitos que recorren a mi alrededor y el miedo
en mi espalda
la excitación de mi piel de erizo me avisa
tengo miedo

miedo


Escribir es necesario para intentar comprende las múltiples sensaciones que me genera tener pesadillas. El estado de alerta en el que queda mi cuerpo

es como un no lugar indeterminado a mitad de camino entre mi casa y la montaña más oscura bajo un cielo sin final feliz carente de estrellas y luna.

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