Llegando
al parque, subiendo por la autopista se puede ver desde arriba toda la ciudad
de La Paz, que como si fuera un gran cráter antiguo con sus laderas construidas
de casas de ladrillos rojos sin revoque y edificios nuevos de gris plateado
forman una mezcla de colores y texturas bajo un cielo gris con pedazos de luz,
encima de todo eso se puede ver el alto de la paz y cuando el sol baja y el
cielo se despeja, a lo lejos se observa el monte Illimani con más de 6000
metros de altura y su cumbre nevada pero que afectada por el calentamiento
global pronto será una punta de piedra gris.
Si
giro hacia atrás puedo ver que estoy dentro de un parque de juegos con formas
de animales y más al fondo a unas personas jugando en un ajedrez gigante en el
que cada pieza tiene el tamaño de una persona y cada movimiento es acompañado
por el arrastrar de su jugador y su pieza por los diferentes recorridos que
proponen los casilleros de la estrategia.
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